Mayores. Hogares y Aulas de mayores. Gobierno de Aragón

Hogares de personas mayores. Solicitud

Los Hogares de personas mayores son centros destinados a facilitar un espacio de convivencia social, de integración y participación de las personas mayores en su entorno habitual.

Esta red de centros está compuesta por 30 Hogares que acogen a cerca de 103.000 socios. Pueden serlo las personas que hayan cumplido 65 años y residan en la Comunidad Autónoma de Aragón. Excepcionalmente, podrán ser socias las personas de edad inferior titulares de una pensión de jubilación o con determinadas circunstancias personales.

¿Cómo se solicita una plaza en un Hogar?

Presentando una solicitud en el Hogar que corresponda en función del domicilio de la persona solicitante. El Instituto Aragonés de Servicios Sociales cuenta con Hogares en todo el territorio de la Comunidad Autónoma. Una vez admitida la solicitud, se entrega un carné de socio.

La expedición del carné de socio es gratuita y permite utilizar los servicios del centro sin coste alguno, excepto el uso de algunos de los servicios que se prestan, cuyo precio es fijado todos los años para cada uno de ellos.

Hogares de mayores. Servicios

¿Qué servicios ofrecen los Hogares?

Servicios de apoyo para mantenimiento en el entorno: recursos e instalaciones que ofrecen un hábitat confortable y seguro que facilitan la permanencia de los socios en su domicilio: Comedor, Peluquería, Podología menor, Sala de lectura, Cafetería, Salón social Información y orientación: presta información sobre recursos y actividades propias del Centro y el acceso a los mismos. Atención social a sus socios. Servicios para la autonomía de las personas:

Promoción del Envejecimiento activo: Diferentes actividades y servicios dentro de las áreas de promoción y mantenimiento de la salud, formación permanente, seguridad y participación cívica y comunitaria.

Aulas de mayores

La Ley 4/1996, de 22 de mayo, relativa al Instituto Aragonés de Servicios Sociales, atribuye a dicho organismo autónomo la competencia para gestionar las funciones derivadas de la formación de personas mayores.

Este programa de actuación se alinea con las directrices de la Organización Mundial de la Salud con respecto al envejecimiento activo y refuerza el apoyo público a la formación a lo largo de la vida.

Para más información

En la sede de Aulas de Mayores de Zaragoza:

Calle Predicadores número 56

Teléfono 976 552 202 (09:30 a 14:00 horas)

Las actividades de las Aulas de Mayores se regulan a través de "Programa de Envejecimiento Activo"

Programa de Envejecimiento Activo - Convocatoria número 12: año 2022

BOA número 150, de 3 de agosto de 2022

Revistas y publicaciones

Hogar de Sabiñánigo:

Residencia de Borja:

Hogar de Monzón:

Hogar de Fraga:

Hogar de Barbastro:

Hogar de Huesca:

Las nuevas tecnologías impulsarán el mercado de hogares inteligentes

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espacio de trabajo Leer

En el último año los consumidores han tenido que permanecer más en sus hogares, utilizando más que nunca sus dispositivos para trabajar, estudiar y disfrutar de tiempo de ocio sin salir de casa. Esto les ha hecho más conscientes de las posibilidades que ofrece la tecnología para mejorar su calidad de vida en el entorno doméstico, y se ha generado un clima favorable para el mercado de sistemas inteligentes para el hogar. El ecosistema de tecnologías domésticas se ha diversificado con la introducción de nuevas categorías y hasta ahora la compatibilidad era un problema. Pero los principales representantes de la industria han dado un paso el frente creando nuevos estándares y nuevas formas de interconectar aparatos a través de las redes domésticas y en la infraestructura TI de los edificios.

Esto ha sentado las bases para la futura expansión de un mercado emergente de casas inteligentes, que según una investigación de Omdia podría multiplicar por tres su valor para el año 2025. En este tiempo la industria aportará soluciones para dar un paso más allá e integrar nuevos niveles de IA en los hogares digitalizados, que realmente no son tan inteligentes. Los expertos señalan que los canales minoristas y los casos de uso tradicionales, como la seguridad, van a evolucionar gracias a la llegada de estándares como Matter y a otras tecnologías pensadas para mejorar la interconexión de dispositivos y redes en entornos domésticos y edificios.

En su informe explican que este enfoque hacia la compatibilidad e interactividad impulsará un mercado que en 2020 tenía un valor de 60.800 millones de dólares, y que para el año 2025 podría alcanzar 178.500 millones, creciendo a una CAGR del 24,1%. A principios de este período se estimaba que el 19% de los hogares dotados de conexión de banda ancha tenían un dispositivo inteligente, un tímido crecimiento desde el 10% de 2017. Según Blake Kozak, analista principal senior de Omdia, entonces parecía haberse alcanzado el pico de adopción, debido a la complejidad, el costo y los problemas que generaba la existencia de estándares separados que no se podían integrar.

Pero opina que ahora, “al aprovechar las oportunidades fuera de las soluciones patentadas y los casos de uso, la industria ha fomentado el crecimiento en nuevos canales que están ayudando a posponer la inevitable desaceleración de la industria”. Añade que, tras sufrir problemas por lo que denomina esta “visión de túnel”, enfocada únicamente en su pequeña parcela de negocio, las marcas están adoptando un enfoque impulsado por un propósito más elevado, basado en la innovación, la colaboración y centrado en las necesidades del cliente.

Esto ha sentado las bases de un mercado que no solo abarca a los consumidores, sino también a los constructores y administradores de edificios y apartamentos. Ahora, estos miran con buenos ojos las nuevas tecnologías digitales para la gestión inteligente de edificios y para la construcción y venta de hogares inteligentes, una característica que incrementa el valor de los inmuebles. Aunque habrá que esperar al lanzamiento final del estándar Matter, principal impulsor de este cambio de paradigma de hogares inteligentes, que se ha retrasado hasta mediados de 2022.

Según los expertos de Omdia, los constructores de viviendas y los apartamentos inteligentes se adentrarán con fuerza en este mercado en los próximos años, principalmente en Estados Unidos. En 2020 adquirieron de 2,4 millones de dispositivos para el hogar inteligente, y se espera que en 2025 la cifra ascienda a 64,7 millones, un crecimiento del 59,5% (CAGR). A nivel mundial la cifra de dispositivos instalados en apartamentos inteligentes en 2020 fue de 5,07 millones, y los investigadores de Omdia esperan que crezca rápidamente hasta llegar a 149,8 millones en 2025, también en regiones como Europa.

Teniendo en cuenta el cambio que se está produciendo en torno a los hogares inteligentes, los fabricantes de tecnología están volcándose en ampliar su negocio a estos clientes comerciales, y estableciendo alianzas con los proveedores de servicios. Esta investigación ofrece un pronóstico para los canales combinados de marcas y proveedores de servicios para las casas inteligentes, y es que representarán el 15% del total de envíos de dispositivos para estos entornos para el año 2025. Por ahora, el mercado de consumo seguirá acaparando la atención de los proveedores, ya que sigue siendo un importante motor de ventas de dispositivos inteligentes enfocados al entretenimiento, la vigilancia o la seguridad.

El Internet de las Cosas convierte nuestros hogares en lugares más cómodos

Un día como cualquier otro, Danielle, una vecina de Portland, estaba con su marido en casa. Hablaban sobre suelos de madera. Lo que podría haber sido una charla frecuente, dejó de serlo en el momento en que un compañero de su pareja le alertó de que había recibido un mensaje con dicha conversación. "Desconectad vuestros dispositivos de Alexa ahora", le advirtió. Tras esto, Danielle verificó que su altavoz Echo de Amazon, que incorpora el asistente virtual Alexa, les había "espiado" y había mandado el fichero a uno de sus contactos. "Me sentí invadida", reconocía en una entrevista.

Los asistentes virtuales como Alexa son capaces de reconocer la voz de sus dueños para percibir órdenes como "apaga la luz", "baja la temperatura" o "activa la lista de música". En la actualidad es posible supervisar un hogar sencillamente hablando a estos altavoces, basados en inteligencia artificial. El inconveniente viene cuando estos son hackeados y fallan. Según la compañía, en el caso de Danielle seguramente se generó algún fallo y el altavoz comprendió que debía grabar y mandar esa charla.

Por lo general, dispositivos como estos asistentes se han introducido en las residencias y las han transformado en hogares inteligentes. Según la encargada de marketing de la compañía de domótica Loxone, Meritxell Esquius, son ya el presente. Se componen eminentemente por "robots" que conocen perfectamente los hábitos de sus inquilinos: desde estos altavoces que funcionan como centros multimedia hasta cerraduras que conocen en qué momento deben bloquear de forma automática los accesos, pasando por neveras que saben en qué momento deben hacer la adquisición.

"La ventaja de estos dispositivos es que aportan una enorme comodidad", asegura María Ávila, responsable de marketing de Becheckin, una compañía que ofrece soluciones para abrir puertas con el móvil. Además de esto, según ella, en un largo plazo las herramientas inteligentes proporcionan un mayor ahorro y eficacia energética en el hogar. No obstante, para conseguir este confort, es preciso conocer de qué manera funcionan y, sobre todo, asegurarse de que son seguros. ¿De qué manera manejan la información de los usuarios? ¿Dónde se guardan estos datos? ¿De qué forma evitar la actuación de los ciberdelincuentes?

Residencias conectadas

El funcionamiento de estos dispositivos va mucho más allá de la domótica, que automatiza el funcionamiento de una residencia (subir o bajar persianas, supervisar las luces o activar alarmas). Tras estos nuevos gadgets está el Internet de las Cosas (IoT, por sus iniciales en inglés). Con esta tecnología, los objetos están conectados entre sí por la red (a través de wi-fi, bluetooth, satélite, códigos RFID, tarjetas SIM o bandas de baja frecuencia).

Esta conexión les deja compartir información y comunicarse con el inquilino. Compendian datos sobre la residencia mediante los sensores que llevan incorporados, los examinan a través de técnicas de big data y ofrecen servicios en función de las necesidades de los dueños. Por ejemplo, si una casa tiene el aire acondicionado puesto y se abre una ventana, la residencia advertirá que entra calor de fuera. Antes de que el inquilino se dé cuenta de ello, regulará la temperatura o detendrá el sistema para no desperdiciar la energía. Además de esto, informará al dueño de este episodio. Le puede enviar un mensaje por medio de los altavoces del hogar, hacerle una señal apagando y encendiendo luces o mandarle una notificación al móvil.

Desde el think tank europeo IDATE DigiWorld se predice que el mercado del IoT seguirá creciendo en el futuro próximo. Según los datos del instituto, en 2017 había en torno a 11.200 millones de dispositivos conectados en el mundo entero. Esperan que se siga con un aumento anual del 10%, de forma que en 2030 habría en torno a 35.000 millones de unidades.

El reto ahora es que la carencia de seguridad no se transforme en un freno para este desarrollo, en tanto que, como explica Chris Doran, investigador de la compañía de componentes para dispositivos inteligentes ARM, el IoT se sigue percibiendo como algo inseguro. Estar conectados a internet y guardar la información de sus usuarios en la nube les hace estar en el punto de atención de los ciberdelincuentes.

"Principalmente, esta inseguridad se debe a que los fabricantes no acostumbran a seguir las vulnerabilidades del dispositivo y, en consecuencia, no efectúan actualizaciones. De forma frecuente, cuando se desarrollan estos aparatos, solo valoran el diseño y la ciberseguridad pasa a un segundo plano. Se concibe como algo incómodo que retrasa el lanzamiento del producto. Sería ideal que existiera una regulación, por ejemplo, para hacer un mínimo de actualizaciones cada cierto tiempo", opina el encargado de concienciación de ESET España, Josep Albors.

Según Albors, es vital conocer las consecuencias de estos ataques para proteger bien estos servicios. "Lo más frecuente es el rapto de información. Los ciberdelincuentes acceden a datos privados de los usuarios y les fuerzan a abonar una cantidad de dinero para que puedan utilizar el dispositivo. Otro de los mayores riesgos es ser víctima de los botnets (redes de robots que infectan los dispositivos y los controlan de forma recóndita). De este modo lo hizo la botnet Mirai, que bloqueó el empleo del IoT en la Costa Este de Estados Unidos y paralizó sitios como Airbnb, Netflix o Paypal".

Privacidad a salvo

"Para garantizar la seguridad, hay que tener en consideración dos aspectos cruciales: la protección y la administración conveniente de los datos", mantiene Meritxell Esquius. Si bien se trata de un tema frágil, no debe cundir el miedo y existen diferentes fórmulas a fin de que las compañías resguarden sus soluciones de IoT.

Por coger un ejemplo, los servicios de Loxone trabajan con un Miniserver en el que se alojan los datos de los usuarios. "Los dispositivos se comunican por medio de una red local y no deben conectarse a internet", explica Esquius. Añade que la información de acceso a sus aplicaciones está cifrada de forma parecida a como lo están las cuentas corrientes y cada instalación tiene su encriptación. Por su lado, María Ávila comenta que desde Becheckin dejan abrir y cerrar puertas con el móvil y para resguardar el sistema emplean un procedimiento de doble encriptamiento del bluetooth.

Pese a todo, garantizar la seguridad es realmente difícil. "Aunque el dispositivo se infecte, sí se pueden frenar las actividades maliciosas de los piratas informáticos", comenta Albors. Por ejemplo, "las compañías pueden incorporar un sistema de defensa que filtre las conexiones antes que llegue al router. Sirve para identificar si las conexiones son lícitas o si se está generando un intento de ataque". "De producirse alguna alarma, debe hacérselo saber al usuario", agrega.

Si bien estas labores corresponden más a los fabricantes y empresas de seguridad los usuarios no deben despreocuparse. "La mayor parte de la gente no se interesa por conocer estos detalles cuando adquiere un producto. Es suficiente con buscar el modelo del aparato, así como la palabra "vulnerabilidad" en Google para conocer si ha habido algún caso de hackeo reciente. Si el fabricante ha contestado, quiere decir que se preocupa. También existen soluciones familiares que controlan el empleo de los aparatos y deja a los usuarios conocer de qué manera están funcionando", opina Albors.

Según el especialista, hasta el momento las compañías han eludido tratar la seguridad pues "parece que da mala fama a los dispositivos". Pero según el especialista, se trata de todo lo opuesto. Ayuda a aportar mayor concienciación para utilizar IoT de forma conveniente. Evaluar qué aparatos se van a necesitar, de qué forma se van a incorporar y de qué forma se resguardarán son tres pasos que pueden llevar a cabo los usuarios para asegurar sus hogares. De esta manera contribuirán a que sean realmente inteligentes. La realidad es que la protección ya no depende solo de que haya un vigilante en la puerta de las edificaciones, también es clave adelantarse a los ladrones 2.0.

Alba Casilda. Opinno, editora de MIT Technology Review en español

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