Edificios inteligentes, 5G y la ciberseguridad

En general, los edificios inteligentes aumentan la calidad de la vida cotidiana al mejorar la experiencia digital, la satisfacción de los inquilinos y la eficiencia empresarial del personal, permitiendo la información en tiempo real, mejorando la organización de la vida y la productividad del trabajo. Revisión de las tecnologías inalámbricas y su aplicabilidad a los casos de uso de casas y edificios inteligentes La principal tarea de las tecnologías de comunicación inalámbrica es proporcionar conectividad para la automatización. Las tecnologías de comunicación inalámbrica difieren en capacidades específicas que las hacen más o menos adecuadas para casos de uso concretos.

Uno de los primeros protocolos de comunicación inalámbrica desarrollados para la automatización del hogar y la comunicación entre dispositivos electrónicos fue el X10, lanzado en 1975. Proporcionaba una comunicación inalámbrica a 120 kHz mediante ráfagas digitales entre enchufes o interruptores programables. Este precursor de las tecnologías inalámbricas modernas tenía al principio algunos inconvenientes y desventajas en comparación con las soluciones actuales.

Se espera que la 5G amplíe los límites en todos los ámbitos de la vida moderna, como los viajes, la conducción, la mejora de la eficiencia de la producción, el despliegue de sistemas inteligentes, como las ciudades inteligentes con casas inteligentes, edificios, hospitales, fábricas, seguridad pública y gestión de servicios, etc. - todos los ámbitos de la actividad humana. Al considerar los casos de uso de los edificios y las casas inteligentes, la automatización ahorra tiempo y costes. El procesamiento de la automatización pasa a un nivel superior con la tecnología 5G. Al soportar una conectividad masiva, el 5G permite el despliegue de dispositivos domésticos inteligentes que funcionan automáticamente, sin necesidad de ajustes adicionales.

Por ejemplo, al conectar los contadores de servicios públicos específicos a una red central, es posible que los proveedores de energía u otros servicios públicos supervisen, detecten y respondan si se producen cambios inusuales en el consumo en paisajes inteligentes como edificios, hogares y ciudades. Se espera una mejora en el rendimiento de los sistemas de seguridad debido a la menor latencia con alto rendimiento y fiabilidad de la red que proporciona la tecnología 5G. Las redes 5G están diseñadas no solo para permitir el intercambio de información entre personas, sino también para conectar máquinas. La seguridad y la privacidad son una preocupación importante que va más allá del 5G como tecnología con la infraestructura más compleja. Las consideraciones en materia de seguridad y privacidad de la 5G desarrollaron nuevos modelos de confianza, modelos de prestación de servicios, entornos de amenaza evolucionados y preocupaciones de privacidad. Para soportar todas las nuevas relaciones entre las distintas entidades del ecosistema 5G, hay que establecer nuevos modelos de confianza. Se espera un aumento de los requisitos de seguridad en áreas como la autenticación entre distintos elementos de un conjunto complejo, la responsabilidad y el no repudio.

Las nuevas categorías de dispositivos darán forma a los modelos de confianza y ampliarán la amplia gama de requisitos de seguridad diferentes aplicables a muchos casos de uso, como los dispositivos de control de la automatización de la industria, los dispositivos domésticos inteligentes con servicios asociados, la próxima generación de dispositivos personales como tabletas y teléfonos inteligentes, etc.

Las nuevas soluciones de gestión de identidades también desempeñan un papel importante en la definición de nuevos modelos de confianza. El desacoplamiento del software y el hardware, la separación de la parte delantera y trasera de la red de transporte, el despliegue de aplicaciones de terceros en las nubes junto con algunos servicios de telecomunicaciones nativos repercuten en las demandas de virtualización con fuertes propiedades de aislamiento y obligan a la nueva organización y despliegue del sistema de seguridad. Simultáneamente con las nuevas prestaciones, surgen nuevas amenazas y desafíos. También lo hacen las preocupaciones por la privacidad.

En general, el nivel de seguridad de la 5G no se define por el número de mecanismos de seguridad especificados. Un enfoque de múltiples partes interesadas que implique a operadores, vendedores, reguladores, responsables políticos y representantes de los abonados al 5G (de diferentes segmentos del ecosistema) es fundamental para la base de seguridad de unas redes 5G fiables, rentables y manejables.

En un panorama tan complejo, la estandarización tiene una importancia crucial para todos: empresas, seguridad pública, automatización industrial, hogares y edificios inteligentes, etc. Para proporcionar una conectividad inalámbrica segura en todo el mundo, hay que crear e implementar nuevas políticas de seguridad integrales en la tecnología 5G.

Internet de las Cosas (IoT): Qué es, para qué sirve y cómo funciona

El Internet de las Cosas ha logrado en los últimos años alterar nuestra vida cotidiana hasta el punto de que incluso los que no tienen conocimientos tecnológicos han empezado a aceptar la comodidad, el confort y los valiosos conocimientos que ofrece.

Desde los dispositivos domésticos conectados, los termostatos inteligentes, las cerraduras de las puertas a distancia y todos los aparatos controlados por aplicaciones, es probable que ya conozcas la utilidad de esta tecnología en tu vida cotidiana.

Lo cierto es que la importancia del Internet de las Cosas es cada vez mayor, tanto para el uso industrial como para el uso cotidiano. Está mejorando nuestras vidas de muchas maneras, y probablemente seguirá haciéndolo.

En este artículo vas a conocer todo lo que necesitas saber sobre el Internet de las Cosas, cuáles son los componentes principales y hacia donde va.

¿Qué es el Internet de las Cosas?

El Internet de las cosas se define cómo la red de objetos físicos – «cosas»- que llevan incorporados sensores, software y otras tecnologías con el fin de conectarse e intercambiar datos con otros dispositivos y sistemas a través de Internet, sin que sea necesaria la interacción de persona a persona o de persona a ordenador.

Al Internet de las Cosas se le conoce también por IoT, que son las siglas en inglés de «Internet Of Thinks»

Estos dispositivos van desde objetos domésticos ordinarios hasta sofisticadas herramientas industriales. Con más de 10.000 millones de dispositivos IoT conectados en la actualidad, los expertos esperan que esta cifra aumente a 22.000 millones en 2025.

Cada vez más, las empresas de diversos sectores utilizan el IoT para operar de forma más eficiente, comprender mejor a los clientes para ofrecerles un buen servicio, renovar la toma de decisiones y aumentar el valor del negocio.

¿Cuándo surge el Internet de las Cosas? Historia y evolución.

La idea de añadir sensores e inteligencia a los objetos básicos se discutió a lo largo de los años ochenta y noventa (y podría decirse que hay algunos antecesores mucho antes), pero aparte de algunos proyectos iniciales -incluida una máquina expendedora conectada a Internet- el progreso fue lento por el simple hecho de que la tecnología no estaba lista.

Los chips eran demasiado grandes y voluminosos y no había forma de que los objetos se comunicaran eficazmente.

Se necesitaron procesadores lo bastante económicos y de bajo consumo como para ser prácticamente desechables antes de que fuera rentable conectar miles de millones de dispositivos.

La adopción de las etiquetas RFID -chips de baja potencia que pueden comunicarse de forma inalámbrica- resolvió parte de este problema, junto con la creciente disponibilidad del Internet de banda ancha y de las redes celulares e inalámbricas.

La adopción de IPv6 que, entre otras cosas, debería proporcionar suficientes direcciones IP para todos los dispositivos que el mundo pudiera necesitar fue también un paso necesario para que el IoT se expandiera.

Kevin Ashton, cofundador del Centro de Identificación Automática del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), mencionó por primera vez el Internet de las Cosas en una presentación que hizo a Procter &Gamble (P&G) en 1999.

Para llamar la atención de los directivos de P&G sobre la identificación por radiofrecuencia (RFID), Ashton llamó a su presentación «Internet de las Cosas» para incorporar la nueva tendencia de moda en 1999: Internet.

El libro del profesor del MIT Neil Gershenfeld: When Things Start to Think, también apareció en 1999. No utilizaba el término exacto, pero ofrecía una visión clara de hacia dónde se dirigía el IoT.

Una de las primeras aplicaciones del IoT fue añadir etiquetas RFID a equipos caros para ayudar a localizarlos.

Pero desde entonces, el coste de añadir sensores y una conexión con Internet de las Cosas no ha dejado de bajar, y los expertos predicen que esta funcionalidad básica podría costar algún día tan sólo 10 céntimos, lo que haría posible conectar casi todo a Internet.

En un principio, el IoT interesaba sobre todo a las empresas y a la industria manufacturera, donde su aplicación se conoce a veces como «máquina a máquina» (M2M), pero ahora se está poniendo énfasis en llenar nuestros hogares y oficinas de dispositivos inteligentes, transformándolo en algo relevante para casi todo el mundo.

Las primeras propuestas de dispositivos conectados a Internet incluían «blogjects» (objetos que escriben en un blog y registran datos sobre sí mismos en Internet), computación ubicua (o «ubicomp«), computación invisible y computación omnipresente.

Sin embargo, lo que se impuso fue el Internet de las Cosas.

Por otro lado, el Internet de las Cosas es también una extensión natural del control de supervisión y adquisición de datos (SCADA), una categoría de programas de aplicación de software para el control de procesos, la recopilación de datos en tiempo real desde ubicaciones remotas para controlar equipos y condiciones.

Los sistemas SCADA incluyen componentes de hardware y software. El hardware recoge y alimenta los datos en un ordenador que tiene instalado el software SCADA, donde luego se procesan y se presentan de manera oportuna.

La evolución del SCADA es tal que los sistemas de última generación se convirtieron en sistemas IoT de primera generación.

¿Para qué sirve el internet de las Cosas? Ejemplos

Las aplicaciones de las tecnologías IoT son múltiples, ya que es ajustable a casi cualquier tecnología que sea capaz de proporcionar información relevante sobre su propio funcionamiento, sobre el desempeño de una actividad e incluso sobre las condiciones del entorno que necesitemos monitorizar y controlar a distancia.

En la actualidad, muchas empresas de diferentes sectores o ramas están adoptando esta tecnología para simplificar, mejorar, automatizar y controlar diferentes procesos.

A continuación, mostramos algunos de los usos más sorprendentes del IoT.

1. Wearables

Las gafas virtuales, las bandas de fitness para controlar, por ejemplo, el gasto de calorías y las pulsaciones del corazón, o los cinturones de seguimiento GPS, son sólo algunos ejemplos de dispositivos wearables que estamos utilizando desde hace tiempo.

2. Smart Home

La casa inteligente se ha convertido en una revolución de los espacios residenciales y se predice que las casas inteligentes serán tan comunes como los teléfonos inteligentes.

Los productos de Smart Home auguran un ahorro de tiempo, energía y dinero.

3. Salud

El uso de sensores conectados a los pacientes, permite a los médicos controlar el estado de un paciente fuera del hospital y en tiempo real.

Mediante la monitorización continua de ciertas métricas y las alertas automáticas sobre sus constantes vitales, el Internet de las Cosas ayuda a mejorar la atención a los pacientes.

4. Smart City

Las ciudades inteligentes son otra poderosa aplicación del IoT que genera curiosidad entre la población mundial.

La vigilancia inteligente, el transporte automatizado, los sistemas más inteligentes de gestión de la energía, la distribución del agua, la seguridad urbana y la supervisión del medio ambiente son ejemplos de aplicaciones de Internet de las Cosas para las ciudades inteligentes.

A la larga, el IoT resolverá los principales problemas a los que se enfrentan los habitantes de las ciudades, como la contaminación, la congestión del tráfico y la escasez de suministros energéticos, entre otros.

5. Monitorización del tráfico

El Internet de las cosas puede ser muy útil en la gestión del tráfico de vehículos en las grandes ciudades, contribuyendo al concepto de ciudades inteligentes.

6. Internet industrial

El Internet Industrial es el nuevo boom del sector industrial, también denominado Internet Industrial de las Cosas ( IIoT ). Está potenciando la ingeniería industrial con sensores, software y análisis de grandes datos para crear máquinas brillantes.

7. Gestión de flotas

La instalación de sensores en los vehículos de la flota ayuda a establecer una interconectividad efectiva entre los vehículos y sus gestores, así como entre los vehículos y sus conductores.

Tanto el conductor como el gestor/propietario pueden conocer todo tipo de detalles sobre el estado, funcionamiento y necesidades del vehículo, simplemente accediendo al software encargado de recoger, procesar y organizar los datos.

Incluso, recibir alarmas en tiempo real de incidencias de mantenimiento sin haber sido detectadas por el conductor.

8. Agricultura

Las granjas inteligentes son un hecho. La calidad del suelo es crucial para producir buenas cosechas, y el Internet de las Cosas ofrece a los agricultores la posibilidad de acceder a un conocimiento detallado y a una valiosa información del estado de su suelo.

9. Hostelería

La aplicación del IoT a la industria hotelera trae consigo interesantes mejoras en la calidad del servicio. Con la implantación de llaves electrónicas, que se envían directamente a los dispositivos móviles de cada huésped, es posible automatizar diversas interacciones.

Así, la localización de los huéspedes, el envío de ofertas o información sobre actividades de interés, la realización de pedidos a la habitación o al servicio de habitaciones, el cargo automático de cuentas a la habitación o la solicitud de suministros de higiene personal, son actividades que pueden ser fácilmente gestionadas a través de aplicaciones integradas utilizando la tecnología del Internet de las Cosas.

10. Red inteligente y ahorro energético

El uso progresivo de contadores de energía inteligentes, o equipados con sensores, y la instalación de sensores en diferentes puntos estratégicos que van desde las plantas de producción hasta los diferentes puntos de distribución, permite una mejor monitorización y control de la red eléctrica.

11. Suministro de agua

Un sensor, incorporado o ajustado externamente a los contadores de agua, conectado a Internet y acompañado del software necesario, ayuda a recoger, procesar y analizar los datos, lo que permite entender el comportamiento de los consumidores, detectar fallos en el servicio de suministro, informar de los resultados y ofrecer medidas de actuación a la empresa que presta el servicio.

12. Gestión del mantenimiento

Una de las áreas donde la aplicación de la tecnología IoT es más amplia es precisamente la gestión del mantenimiento.

A través de la combinación de sensores y software especializado en la gestión del mantenimiento GMAO, se obtiene una herramienta multifuncional cuyo uso puede aplicarse a una multiplicidad de disciplinas y prácticas, con el fin de extender la vida útil de los activos físicos, al tiempo que se garantiza la fiabilidad y disponibilidad de los mismos.

¿Cómo funciona el Internet de las Cosas?

El ecosistema IoT está formado por dispositivos inteligentes habilitados para la web que utilizan sistemas integrados, como procesadores, sensores y hardware de comunicación, para recoger, enviar y actuar sobre los datos que adquieren de sus entornos.

Estos dispositivos IoT comparten los datos de los sensores que recogen conectándose a una entrada IoT u a otro dispositivo periférico donde los datos se envían a la nube para ser analizados o se analizan localmente.

A veces, estos dispositivos se comunican con otros dispositivos relacionados y actúan sobre la información que obtienen unos de otros.

Los dispositivos hacen la mayor parte del trabajo sin intervención humana, aunque las personas pueden interactuar con los dispositivos, por ejemplo, para configurarlos, darles instrucciones o acceder a los datos.

Los protocolos de conectividad, red y comunicación utilizados con estos dispositivos habilitados para la web dependen en gran medida de las aplicaciones específicas de IoT que se desplieguen.

El IoT también puede hacer uso de la Inteligencia Artificial (IA) y el Machine Learning para ayudar a que los procesos de recogida de datos sean más fáciles y dinámicos.

¿Que es el Internet Industrial de las Cosas (IIoT)?

El IoT industrial (IIoT) se refiere a la aplicación de la tecnología IoT en entornos industriales, especialmente en lo que respecta a la instrumentación y el control de sensores y dispositivos que utilizan tecnologías en la nube.

Recientemente, las industrias han utilizado la comunicación máquina a máquina (M2M) para lograr la automatización y el control inalámbricos.

Pero con la aparición de la nube y las tecnologías asociadas (como la analítica y el Machine Learning), las industrias pueden conseguir una nueva capa de automatización y con ella crear nuevos ingresos y modelos de negocio.

El Internet Industrial de las Cosas se denomina a veces la cuarta ola de la revolución industrial, o Industria 4.0. A continuación se detallan algunos de los usos más comunes de la IIoT:

Fabricación inteligente

Activos conectados y mantenimiento preventivo y predictivo

Redes eléctricas inteligentes

Ciudades inteligentes

Logística conectada

Cadenas de suministro digitales inteligentes

Cómo el IoT industrial está mejorando nuestras vidas

El IoT nos ayuda a trabajar de forma más eficiente, a vivir de forma más inteligente y a obtener un control total sobre nuestras vidas, pero también está apoyando nuestro bienestar entre bastidores.

Además de nuestros dispositivos domésticos inteligentes, el IoT es una tecnología esencial en los negocios y la industria, ya que ofrece a las empresas una visión en tiempo real del funcionamiento interno de sus sistemas.

Desde la planta de producción hasta la puerta del cliente, el Internet de las Cosas ofrece información sobre todo, desde el rendimiento de las máquinas hasta las operaciones de la cadena de suministro y la logística.

Asimismo, el IoT permite a las empresas automatizar procesos y ahorrar dinero en mano de obra. También reduce los residuos y mejora la prestación de servicios, haciendo menos costosa la fabricación y la entrega de bienes, así como proporcionando transparencia en las transacciones de los clientes.

En resumidas cuentas, permite a las empresas reducir costes, aumentar la seguridad y mejorar la calidad de principio a fin, lo que se traduce en un beneficio para todos.

Como resultado, los bienes de consumo son menos costosos de producir, los envíos son más predecibles y las empresas pueden crecer, estimulando nuestra economía a la vez que proporcionan una sensación de satisfacción mayor.

5 Beneficios del internet de las cosas para las empresas

El Internet de las cosas necesita emplear numerosas tecnologías para garantizar la transferencia automática de datos, el análisis y la respuesta entre múltiples dispositivos.

Por ejemplo, la automatización es imposible sin la Inteligencia Artificial, el Big Data y el Machine Learning, mientras que la conectividad se ve facilitada en gran medida por la computación en la nube y las tecnologías de comunicación inalámbrica.

Veamos cómo estas características se traducen en numerosos beneficios de las tecnologías y servicios del Internet de las Cosas en las empresas.

1. Mejora de la productividad del personal y la reducción del trabajo humano

Gracias a las soluciones de IoT, las tareas rutinarias se pueden realizar de forma automática, por lo que los recursos humanos pueden ser transferidos a tareas más complejas que requieren habilidades personales.

De este modo, se puede minimizar el número de trabajadores, lo que se traduce en una reducción de los costes de funcionamiento de la empresa.

2. Gestión eficiente de las operaciones

Otro beneficio significativo que ofrece la interconexión de dispositivos inteligentes es el control automatizado de múltiples áreas de operación, incluyendo, entre otras, la gestión de inventarios, el seguimiento de envíos y la gestión de combustible y repuestos.

A la postre, el internet de las cosas puede ayudar a mejorar la eficiencia y productividad en una empresa.

3. Mejor uso de los recursos y activos

La programación y el seguimiento automatizado se implementa con la ayuda de sensores interconectados que permiten una mayor eficiencia en el uso de los recursos, como una mejor gestión de la energía y el consumo de agua.

Por ejemplo, unos simples detectores de movimiento pueden ahorrar importantes sumas de dinero en las facturas de electricidad y agua, lo que hace que tanto las pequeñas como las grandes empresas sean más productivas y ecológicas.

4. Funcionamiento rentable

Debido a la reducción de los periodos de inactividad, garantizada por el mantenimiento programado y controlado automáticamente, el suministro de materias primas y otros requisitos de fabricación, el equipo puede tener una mayor tasa de producción que se traduce en mayores beneficios.

De nuevo, los dispositivos IoT facilitan enormemente la gestión dentro de los departamentos individuales y en toda la estructura de la empresa.

5. Mejora de la seguridad laboral

Además del beneficio mencionado, el mantenimiento programado también es muy ventajoso para garantizar la seguridad operativa y el cumplimiento de las normas requeridas.

A su vez, las condiciones de trabajo seguras hacen que la empresa sea más atractiva para los inversores, los socios y el personal, aumentando la reputación de la marca y la confianza.

Los dispositivos inteligentes también reducen la probabilidad de que se produzca un error humano durante las distintas etapas del funcionamiento de la empresa, lo que también contribuye a un mayor nivel de seguridad.

Además, se puede utilizar una red de dispositivos IoT, como cámaras de vigilancia, sensores de movimiento y otros dispositivos de supervisión, para garantizar la seguridad de una empresa y evitar robos e incluso el espionaje corporativo.

Conclusiones

El futuro del Internet de las Cosas tiene el potencial de ser ilimitado. Los avances en el Internet industrial se acelerarán gracias a la mayor agilidad de la red, la Inteligencia Artificial (IA) integrada y la capacidad de desplegar, automatizar, gestionar y asegurar diversos casos de uso a hiperescala.

El potencial no consiste únicamente en habilitar miles de millones de dispositivos simultáneamente, sino en aprovechar los enormes volúmenes de datos procesables que pueden automatizar diversos procesos empresariales.

A medida que las redes y las plataformas de IoT evolucionen para superar estos retos, mediante el aumento de la capacidad y la IA, los proveedores de servicios se introducirán aún más en los mercados de TI y de escalabilidad web, lo que abrirá nuevas vías de ingresos.

Como resultado surgirá una emocionante oleada de futuras aplicaciones de IoT, que cobrarán vida gracias a la interactividad intuitiva entre humanos y máquinas.

7 consejos de ciberseguridad para hogares inteligentes

El Hogar Inteligente es parte del Internet de las Cosas (IoT) una infraestructura tecnológica donde la ciberseguridad juega un papel predominante para la privacidad, seguridad e integridad de la información.

En el hogar conectado es fundamental que las familias sean conscientes de los riesgos cibernéticos, y actúen de forma adecuada para no poner en peligro la seguridad de las redes locales. La inteligencia en los hogares está respaldada por sensores y sistemas que analizan datos, pero también puede ser la puerta de entrada a las vulnerabilidades. Los estudios sobre ciberataques han demostrado cómo las cámaras web, termostatos, refrigeradores y demás elementos conectados pueden convertirse en un objetivo atractivo para los ciberdelincuentes.

Esta tecnología óptima también puede exponer la información personal de los usuarios a ciberataques no deseados. Los ataques van desde el uso de monitores para bebés para espiar a las familias, hasta importantes riesgos financieros. Los piratas informáticos pueden robar la información personal (detalles de la tarjeta de crédito, fecha de nacimiento e incluso número de seguro social) para poner a los usuarios en situaciones de riesgo vital. Los datos personales son vulnerables si se transmiten o almacenan en un dispositivo de IoT sin cifrado.

Vulnerabilidades existentes

“Los consumidores deben tener el derecho de asumir al comprar un dispositivo de IoT que es seguro y está garantizado por leyes y regulaciones. Sin embargo, en la actualidad, casi no existen leyes que regulen la seguridad de los dispositivos IoT”, afirmó Dean Coclin, Director Senior de Desarrollo de Negocios en DigiCert. Si bien los fabricantes no están experimentando la presión de los gobiernos para incorporar la seguridad en el desarrollo de dispositivos de IoT, eso deja mucha responsabilidad en sus manos como usuario final para hacer que sus dispositivos sean más seguros.

Independientemente de lo que estén haciendo los reguladores o los fabricantes, los consumidores deben ser más conscientes y asumir la responsabilidad de proteger sus dispositivos de IoT. A continuación, DigiCert ofrece a los usuarios algunos consejos para proteger sus dispositivos domésticos inteligentes:

1. Investigar antes de comprar

Es importante investigar un poco antes de seleccionar un dispositivo, para determinar cuáles son las vulnerabilidades comunes, qué tipo de datos se recopilan y cómo se protegen y comparten. Es primordial leer la política de privacidad y ver cuánto control se tiene sobre los datos y cómo se utilizan. En lo posible hay que evitar comprar productos con un historial de seguridad; ya que es trascendental priorizar la privacidad sobre el precio. Si todos los consumidores hicieran esto, los fabricantes no tendrían más remedio que hacer de la seguridad una prioridad.

2. Nunca usar contraseñas predeterminadas

Los valores predeterminados son contraseñas preestablecidas en el dispositivo por el fabricante, a veces incluso escritas en el manual del usuario. Siempre que el fabricante proporcione las contraseñas predeterminadas, los consumidores deben cambiarlas y utilizar buenas prácticas de contraseñas. Incluso con sólidas funciones de seguridad, el uso de contraseñas predeterminadas puede poner en riesgo el dispositivo y los datos porque lo convierte en un objetivo fácil. En su lugar, es indispensable optar por contraseñas largas, seguras y cambiarlas aproximadamente cada seis meses. Asimismo es importante utilizar la autenticación de dos o de varios factores siempre que sea posible. También se puede considerar usar un administrador de contraseñas y una aplicación de autenticación, lo que hará que sea mucho más difícil para el pirata informático ingresar a la red.

3. Actualizar el software

Las actualizaciones de software ayudan a que el dispositivo ejecute los últimos parches de seguridad y protección. Algunos dispositivos ofrecen actualizaciones automáticas, pero es importante verificar si se necesitará actualizar los dispositivos manualmente. Esto es fundamental porque a medida que los piratas informáticos evolucionan y encuentran nuevas vulnerabilidades, las actualizaciones de software proporcionan parches de seguridad. Cuando salgan las actualizaciones del fabricante, el usuario debe asegurarse de instalarlas y de estar ejecutando el software más actualizado.

4. Verificar los permisos

Es primordial desactivar cualquier configuración que el usuario no necesite, como el acceso remoto o la configuración de ubicación. Se deben permitir solo permisos para las configuraciones que sean necesarias, y no conectar automáticamente el dispositivo a la red a menos que sea necesario. El hecho de que el dispositivo pueda conectarse a Internet no significa que deba hacerlo, tampoco conectar los dispositivos a redes públicas o sospechosas; el Wi-Fi público no siempre es seguro.

5. No olvidar el teléfono

Muchos dispositivos inteligentes se conectan a aplicaciones, así que no hay que olvidar proteger el teléfono inteligente. Si se pierde o roban el teléfono, es claro que el usuario no desea que nadie pueda acceder a su hogar inteligente, a través de sus aplicaciones.

6. Realizar un seguimiento de los dispositivos

Saber qué y quién está conectado a la red. Cada nuevo dispositivo conectado a la red doméstica es una nueva vulnerabilidad, y solo se necesita un dispositivo vulnerable para comprometer la red. Es por ello que es importante usar solo lo que se necesita y asegurarse de eliminar los dispositivos viejos y obsoletos de la red. Cuando el usuario decida deshacerse de los dispositivos antiguos, debe asegurarse de restablecerlos a la configuración de fábrica, para que el próximo usuario no pueda acceder a los datos o red.

7. Redes separadas

Si el usuario tiene la experiencia técnica para hacerlo, puede crear una red segura separada para sus dispositivos de IoT. Puede separar las redes en las que se ejecutan el refrigerador inteligente y la computadora portátil con información confidencial para mayor seguridad.

“En el futuro, se espera que los fabricantes actúen de manera responsable y desarrollen la seguridad durante las etapas de diseño del dispositivo. Los fabricantes pueden y deben hacer más para garantizar la seguridad de sus dispositivos”, agregó Dean Coclin.

Mientras tanto, seguir estos pasos puede ayudar a proteger los dispositivos de IoT que se llevan en el hogar o en espacios personales. Incluso entidades como los departamentos cibernéticos de entidades como la policía en América Latina, recomiendan y reiteran la importancia de proteger los dispositivos IoT.

En definitiva, los dispositivos IoT pueden resultar muy útiles y beneficiar el estilo de vida de los usuarios, sin embargo, también pueden presentar riesgos. Esto no significa que no deban usarse, solo que debe ser inteligente sobre cómo se usarán y hacer lo correcto para garantizar que los beneficios superen el riesgo.

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